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Compró un disco duro “nuevo” y encontró archivos por valor de miles de euros

disco duro “nuevo”

¡Compartir es cuidar!

Lo que comenzó como una compra rutinaria de tecnología terminó con un giro inesperado que pocos podrían haber anticipado. Un usuario creyó estar estrenando un disco duro SSD “nuevo”, pero al conectarlo a su ordenador se encontró con algo mucho más sorprendente: cientos de gigas en archivos ya guardados, algunos de ellos con un valor estimado de varios miles de euros.

Un “estreno” que no lo era tanto

Todo ocurrió cuando un comprador, conocido en redes bajo el alias All-Seeing_Hands, decidió revisar su flamante disco SSD de 1 TB nada más sacarlo de la caja. Como haríamos muchos, lo conectó esperando encontrarlo vacío, listo para ser formateado. Pero en lugar de eso, se topó con unos 800 GB ocupados por datos ajenos.

Al principio pensó que se trataba de archivos basura o pruebas del fabricante. Sin embargo, al mirar con más detalle, descubrió que entre esos datos había programas de edición musical de alta gama, como Kontakt y Reaktor, cuyos precios juntos pueden superar con facilidad los varios miles de euros en el mercado legal. Ante tal hallazgo, compartió la experiencia en una comunidad online, donde la sorpresa fue general.

Teorías: descuido o trampa

En los foros, las reacciones no tardaron en llegar. ¿Había sido un error del vendedor? ¿O tal vez una devolución que nadie revisó antes de revender el producto? La hipótesis más optimista sugería una simple negligencia comercial, un descuido en la cadena de reacondicionamiento. No sería la primera vez que un artículo retornado vuelve a las estanterías sin revisión previa.

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Otros usuarios fueron más suspicaces. Plantearon que los archivos podrían haber sido colocados allí intencionadamente, quizá para atraer la atención de compradores o, en el peor de los casos, como cebo para instalar malware. Esta posibilidad levantó alertas sobre los riesgos que conlleva abrir o ejecutar archivos de origen desconocido, incluso si vienen en un producto aparentemente “nuevo”.

El lado oscuro de la compra online

Este caso deja entrever un problema más profundo: la confianza en la tecnología reacondicionada o mal etiquetada. Aunque cada vez más tiendas venden productos “como nuevos”, no siempre se garantiza que estos hayan pasado un control exhaustivo. Y en una era donde los datos personales y la ciberseguridad son temas clave, cualquier descuido puede tener consecuencias serias.

Expertos en seguridad informática advierten sobre la importancia de formatear cualquier unidad de almacenamiento antes de usarla, incluso si se presenta como nueva. Además, las empresas deberían asumir la responsabilidad de garantizar que sus productos estén libres de contenido indebido o software no autorizado.

Riesgos legales y cuestiones éticas

Más allá del posible susto inicial, el hallazgo plantea también un dilema legal. ¿Qué ocurre si un usuario ejecuta un programa sin licencia que ha venido “de regalo” en su disco duro? Aunque lo haya hecho sin mala intención, podría estar incurriendo en el uso de software pirata, lo que representa una infracción en muchos países.

De ahí que organizaciones como la BSA (Business Software Alliance) insistan en la necesidad de promover el uso de software legal y sancionar la distribución irregular, incluso en estos casos grises.

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Una llamada de atención al sector

Este episodio, aunque curioso, debería servir como advertencia para la industria tecnológica. No se trata solo de evitar que discos “nuevos” lleguen con archivos antiguos, sino de reforzar los protocolos de calidad y seguridad en toda la cadena de suministro. La reputación de una marca puede tambalearse por un simple descuido, y lo que para algunos es una anécdota graciosa, para otros puede suponer una violación de privacidad o una exposición legal.

Mientras tanto, el comprador decidió contactar al vendedor para esclarecer lo ocurrido. No sabemos si recibió una respuesta clara, pero su historia, sin duda, seguirá dando vueltas por internet como una muestra de que, a veces, la tecnología viene con sorpresas inesperadas.

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