En muchas ocasiones, las grandes ideas provienen de pequeños momentos de inspiración que nacen de la observación de las dificultades cotidianas. Este es el caso de Lily Born, una joven que, con solo 11 años, creó una taza que no solo mejoró la vida de su abuelo, sino que se convirtió en un producto exitoso a nivel mundial, transformándola en una emprendedora multimillonaria.
La inspiración detrás de la creación de la taza

Todo comenzó cuando Lily tenía solo 9 años y notó que su abuelo, que padecía la enfermedad de Parkinson, tenía grandes dificultades para beber de una taza convencional. Los temblores característicos de la enfermedad le hacían derramar líquidos constantemente, lo que representaba un inconveniente diario para él y para su familia. Lily, observando esta necesidad, decidió hacer algo al respecto.
Con su curiosidad natural y su espíritu inventivo, comenzó a desarrollar un diseño de taza que fuera más estable y fácil de usar para su abuelo. Así nació la idea de la taza Kangaroo, una taza que incorporaba tres pies en su base para evitar que el líquido se derramara, incluso cuando las manos del usuario temblaran. Con el apoyo de su padre, quien vio el potencial de la idea, decidieron lanzarla al mercado.
El despegue del producto: de una idea a un fenómeno mundial
El primer paso para hacer realidad la taza fue a través de una campaña de crowdfunding en plataformas como Indiegogo y Kickstarter. Gracias al apoyo de miles de personas, la taza Kangaroo fue un éxito rotundo. A medida que más personas con problemas de movilidad y sus familias comenzaron a utilizarla, se dieron cuenta de que este diseño innovador les proporcionaba mayor autonomía y les ayudaba a mejorar su calidad de vida.
No solo las personas con Parkinson fueron las beneficiarias, sino también aquellos que, por cualquier otra razón, necesitaban una taza más fácil de manejar. Tras este éxito inicial, el producto fue mejorado, pasando de ser de plástico a cerámica y, más tarde, fabricada con materiales aún más resistentes. La demanda no dejó de crecer.
El legado de Lily Born: una emprendedora con futuro

Hoy en día, a los 21 años, Lily Born sigue al frente de su empresa, Imagiroo, que sigue fabricando y vendiendo la famosa taza. En su perfil de LinkedIn, Lily comparte su entusiasmo por el diseño, la creación de prototipos y el marketing de su producto. Pero también menciona que, cuando no está trabajando, disfruta de actividades como el teatro y la música.
Desde su creación, se han vendido más de 10,000 tazas de plástico y cerámica, lo que ha permitido a Lily consolidarse como una joven emprendedora exitosa. La taza Kangaroo sigue siendo un referente en el mercado y continúa mejorando con cada versión, siempre con el objetivo de facilitar la vida a las personas con dificultades de movilidad o que, simplemente, buscan una manera más cómoda de disfrutar su bebida favorita.
¿Cómo funciona la taza Kangaroo?
El diseño innovador de la taza Kangaroo se basa en tres pies integrados en la base del producto. Estos pies proporcionan una mayor estabilidad, evitando que la taza se vuelque fácilmente, incluso cuando las manos del usuario tiemblan. Además, el centro de gravedad de la taza está diseñado para estar más bajo, lo que aumenta aún más su estabilidad.
Las agarraderas ergonómicas permiten una sujeción más firme, lo que facilita su uso, incluso para aquellos con control motor limitado. Con estas características combinadas, la taza Kangaroo se ha convertido en una herramienta esencial para las personas que buscan una mayor autonomía en su día a día, especialmente para quienes sufren de enfermedades como el Parkinson.
Un futuro prometedor
El éxito de la taza Kangaroo es solo el comienzo para Lily Born. Su capacidad para identificar una necesidad y ofrecer una solución eficaz le ha permitido no solo mejorar la vida de su abuelo, sino también impactar positivamente en la vida de miles de personas. Hoy, a través de su empresa Imagiroo, Lily continúa con su misión de diseñar productos innovadores que hagan la vida más fácil a quienes lo necesitan.
Esta historia de éxito demuestra que, con creatividad y determinación, incluso las ideas más simples pueden convertirse en proyectos transformadores que cambian vidas. ¿Quién sabe qué vendrá después para esta joven inventora? Sin duda, el futuro es prometedor para Lily Born.












