El mercado del Bitcoin experimenta un periodo de calma, generando expectativas sobre su futuro. A pesar de que el oro alcanza nuevos máximos históricos, el Bitcoin parece estancado. Sin embargo, analistas sugieren que esta estabilidad podría presagiar un movimiento significativo a corto plazo.
Calma antes de la tormenta
El Bitcoin ha estado en una fase de espera, deslizándose un 1,2% en las últimas 24 horas y cotizando a 111,500 dólares, mientras que otros activos criptográficos experimentan pérdidas más pronunciadas. Esta situación ha generado preocupación entre los inversionistas, pero varios analistas confirman que la demanda institucional y un entorno macroeconómico cambiante podrían señalar una inminente ruptura en el precio.
Profecía de un movimiento potente
Durante el Digital Asset Summit en Londres, Quinn Thompson, director de inversiones en Lekker Capital, compartió una visión optimista, afirmando que el actual desacoplamiento del Bitcoin respecto al oro es una anomalía que pronto se corregirá. Según Thompson, un movimiento significativo, similar a lo que ocurrió en noviembre de 2024 y octubre de 2023, está a punto de producirse.
Un piso sólido de demanda
Matt Mena, analista de investigación en 21Shares, coincide con este análisis, resaltando que la notable resiliencia del Bitcoin ante la incertidumbre global indica su fortaleza estructural. Mena menciona que la demanda sustentada por entradas de fondos ETF podría permitir que el Bitcoin alcance los 150,000 dólares antes de finalizar el año.
La sombra de la Reserva Federal
Los analistas coinciden en que la clave para desbloquear este potencial radica en la política de la Reserva Federal de EE.UU. La confianza del mercado en que la Fed continuará con su política monetaria expansiva ha generado un mayor apetito por el riesgo, especialmente después de la publicación del Libro Beige, que sugiere debilidades en el mercado laboral estadounidense. Si esta tendencia se mantiene, el Bitcoin podría estar a las puertas de un despertar explosivo.
