Una nueva generación de jóvenes estadounidenses está redefiniendo sus prioridades profesionales. Mientras las grandes empresas tecnológicas pierden atractivo, los hospitales y centros de salud se posicionan como los nuevos destinos laborales favoritos.
Silicon Valley ya no brilla como antes
Durante años, trabajar en Google, Apple o Amazon era el sueño de muchos recién graduados. Las oficinas modernas, los beneficios jugosos y la promesa de innovación constante hacían de estas empresas un imán para el talento joven. Pero hoy, esa fascinación se está desvaneciendo.
Según una encuesta nacional realizada por la National Society of High School Scholars (NSHSS), cada vez más miembros de la Generación Z se alejan de las carreras en informática o ingeniería tradicional. En su lugar, eligen caminos ligados a la salud, el cuidado personal y los servicios humanos.
Este cambio de rumbo no es casual. La inteligencia artificial genera más dudas que entusiasmo. Varios ejecutivos de empresas punteras —incluidos altos cargos de NVIDIA y Amazon Web Services (AWS)— han sugerido públicamente que en el futuro, muchos ingenieros ya no necesitarán programar. Este tipo de declaraciones ha encendido las alarmas entre quienes buscan una carrera duradera.
Inestabilidad laboral y agotamiento: los nuevos temores
Otro factor clave que aleja a los jóvenes de las big tech es la creciente inestabilidad del sector. En los últimos años, miles de trabajadores han sido despedidos de empresas tecnológicas, y la alta rotación de personal ha hecho que muchos se cuestionen si realmente se trata de entornos “seguros”.
Un informe publicado por la consultora What’s The Big Data revela que la mayoría de los jóvenes priorizan hoy la seguridad económica por encima de todo. Esta preocupación va de la mano con el miedo al agotamiento profesional. Casi la mitad de los estudiantes encuestados teme terminar en ambientes laborales tóxicos, después de años invirtiendo en su educación.
Y los datos lo confirman: en 2022, Google ocupaba el cuarto lugar entre las empresas más deseadas por los estudiantes. En 2024, ha caído al séptimo puesto. Amazon y Apple también han descendido, y SpaceX protagoniza una caída más drástica, del noveno al vigésimo segundo lugar.
Estabilidad y propósito: las nuevas prioridades
Lo que antes importaba —el salario, la ubicación de la oficina, la fama de la empresa— ya no pesa tanto. Hoy, lo que buscan los jóvenes es sentido y equilibrio.
Según Network Trends, que entrevistó a más de 10.000 estudiantes estadounidenses, el 76% colocó la estabilidad laboral como su mayor preocupación. Esto supera incluso factores tradicionales como el sueldo (71%) o la reputación de la empresa (72%).
En este nuevo mapa de prioridades, el sector de la salud emerge como un refugio profesional atractivo. Los trabajos en hospitales, clínicas o centros de atención están asociados con una menor exposición a la automatización, ya que se basan en el contacto humano, la empatía y el cuidado —aspectos difíciles de replicar con inteligencia artificial.
Una tendencia que traspasa fronteras
Este fenómeno no es exclusivo de Estados Unidos. En España, por ejemplo, las carreras sanitarias también ganan terreno. Entre 2018 y 2024, se ha registrado un aumento notable en las matrículas de medicina, enfermería y trabajo social, según el informe “Empleabilidad de los jóvenes en España 2024” de la Fundación CYD.
Aunque las carreras tecnológicas siguen teniendo peso, el envejecimiento de la población está acelerando la necesidad de profesionales de salud. Randstad advierte que un 40% de los trabajadores del sector sanitario español tiene más de 45 años, lo que hace urgente una renovación generacional.
Una transformación que obliga a adaptarse
Este giro en las aspiraciones profesionales marca un punto de inflexión. Las empresas tecnológicas, acostumbradas a atraer a los mejores perfiles con promesas de innovación y altos sueldos, tendrán que repensar sus estrategias de reclutamiento. Tal vez sea el momento de ofrecer algo más que mesas de ping-pong y snacks gratis.
En definitiva, la búsqueda de sentido, seguridad y bienestar parece imponerse frente a la antigua fascinación por la tecnología. Y en esa búsqueda, los quirófanos, los centros de rehabilitación y las salas de urgencias se están convirtiendo en los nuevos lugares donde los jóvenes quieren construir su futuro.
