¿Te imaginas ganar tanto como una estrella del fútbol… pero en lugar de meter goles, programar el cerebro más potente de la historia? No es ciencia ficción, es la guerra real que se libra entre los gigantes de la tecnología para fichar a los mejores expertos en inteligencia artificial. El mercado está que arde, y Meta (antes Facebook) ha iniciado la mayor ofensiva salarial jamás vista: algunos ingenieros reciben hasta 100 millones de dólares al año, según las últimas filtraciones.
La guerra de fichajes: así se levantan los nuevos “galácticos” de la inteligencia artificial
Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha puesto sobre la mesa cantidades astronómicas para atraer a los cerebros más cotizados de Google y OpenAI (los creadores de ChatGPT). Un solo contrato puede alcanzar los 300 millones en 4 años, combinando sueldo, acciones e incentivos, una cifra solo reservada hasta ahora a superestrellas como Mbappé.
Esta nueva élite incluye nombres como Alexandr Wang, ex fundador de Scale AI y ahora Chief AI Officer de Meta, y Nat Friedman, inversor de referencia en IA. Ambos dirigen el laboratorio Meta Superintelligence Labs, donde han reunido un auténtico dream team: expertos en IA multimodal, modelos de razonamiento y procesamiento de lenguaje natural, muchos de ellos exlíderes de OpenAI o Google.
| Fichaje estrella | Antiguo puesto | Especialidad |
|---|---|---|
| Trapid Bansal | OpenAI | Modelos de razonamiento |
| Jiahui Yu | OpenAI/Google | IA multimodal |
| Shuchao Bi | Voz, GPT-4o | |
| Huiwen Chang | Google/Adobe | Generación de imágenes |
| Ji Lin | OpenAI | Modelos multimodales |
| Hongyu Ren | OpenAI | Post-entrenamiento |
| Shengjia Zhao | OpenAI | Datos sintéticos, ChatGPT |
| Johan Schalkwyk | Voz, 1.000 idiomas | |
| Pei Sun | IA Waymo, Gemini | |
| Joel Pobar | Anthropic/Meta | Inferencia a gran escala |
¿Superinteligencia real o solo un sueño caro?
El objetivo de Meta es claro y ambicioso: crear una superinteligencia artificial capaz de pensar, razonar y comunicarse mejor que cualquier humano. Y no hay límites presupuestarios: acceso ilimitado a chips de última generación, laboratorios de última tecnología y sueldos récord.
Pero la pregunta flota en el aire: ¿el dinero comprará el futuro de la IA? Desde OpenAI, su CEO Sam Altman responde con escepticismo, asegurando que Meta ha tenido que “bajar bastante en la lista” para contratar talento y que la cultura y la misión pesan más que los bonos multimillonarios.
Mientras tanto, la batalla por el talento se intensifica. Los salarios de estos ingenieros superan incluso a los de muchos CEOs de grandes multinacionales. El propio Andrew Bosworth, CTO de Meta, reconoce: “El mercado está caliente. Pero solo unos pocos líderes cobran esos bonos de locura”.
¿Qué pasará si Meta lo consigue?
Si Meta logra su objetivo, el mundo entrará en una nueva era digital. Una superinteligencia podría transformar la economía, la ciencia, la salud y la vida cotidiana. Pero también plantea preguntas éticas inéditas: ¿quién controla una IA que lo sabe (y lo puede) todo? ¿Hasta dónde llegarán las grandes empresas para ganar esta carrera?
Por ahora, solo sabemos una cosa: nunca antes los informáticos fueron tan codiciados ni tan bien pagados. El futuro se decide ahora, y los fichajes millonarios son solo el principio de la batalla.
