La Adopción de la Inteligencia Artificial en las Empresas Francesas: Un Camino Lento
A pesar de un aumento en el uso de la inteligencia artificial (IA) en las empresas, Francia se encuentra por debajo de la media europea y enfrenta desafíos significativos para cerrar esta brecha.
Una Adopción en Aumento, pero Limitada
En 2024, únicamente el 10% de las empresas francesas afirman utilizar al menos una tecnología de IA, según datos del Insee. Este porcentaje, aunque representa un aumento notable respecto al 6% de 2023, sigue siendo inferior a la media europea del 13%, lo que subraya un preocupante rezago, especialmente en grandes corporaciones.
La creciente adopción refleja un interés por parte de las empresas en integrar tecnologías como el procesamiento del lenguaje natural y el aprendizaje automático. Sin embargo, la desventaja en comparación con otros países europeos pone de relieve un retraso estructural en la digitalización de las empresas francesas.
Un Retraso Visible en las Grandes Empresas
Las disparidades en la adopción de la IA son especialmente pronunciadas entre las grandes empresas, que a menudo cuentan con mayores recursos y capacidad de inversión. En 2024, solo el 33% de las empresas con más de 250 empleados emplean IA, frente al 41% de la media europea. Esta diferencia de 8 puntos resalta las dificultades de estas grandes estructuras para incorporar completamente la innovación tecnológica.
En el caso de las pymes, la situación es aún más dispar: solo el 9% de empresas de 10 a 49 empleados y el 15% de aquellas con 50 a 249 empleados han implementado IA, un porcentaje modesto considerando su peso económico.
Usos Concentrados y Sectoriales
No todos los sectores se benefician de la misma manera de la IA. El sector de la información y comunicación es el más avanzado, con un 42% de adopción, en contraste con solo un 3% o menos en sectores como la construcción, transporte o hospitalidad. Esta disparidad sectorial evidencia las desigualdades en el acceso a tecnologías y habilidades necesarias.
La mayoría de las empresas que utilizan IA la aplican en marketing y ventas (utilizadas por 28% de ellas), producción y servicios (27%), y administración (24%). Más de la mitad de las empresas adoptantes combinan dos o más tecnologías de IA, mostrando una gradual mejora, aunque todavía concentrada entre las más avanzadas.
Competencias y Entorno: Motores o Frenos de la Adopción
El nivel de competencias internas es fundamental. Las empresas que cuentan con técnicos o ingenieros son el doble de propensas a adoptar IA que aquellas que no los tienen. La pertenencia a un grupo multinacional o contar con una infraestructura digital avanzada también son factores que influyen significativamente.
Estos aspectos explican por qué los sectores más digitalizados y tecnologizados progresan más rápidamente en la implementación de IA.
Francia, en el Centro de Europa
A pesar de no ser de los países más rezagados, Francia se sitúa en un promedio medio dentro de Europa. Mientras que países nórdicos y los Países Bajos superan el 20% de adopción, algunos del este europeo están por debajo del 7%.
Francia no logra explotar su capacidad industrial ni compensar su retraso digital en servicios, especialmente en sectores clave como grandes empresas y servicios tecnológicos, donde el país presenta un preocupante desajuste en comparación con sus vecinos.
Un Desafío de Competitividad para el Futuro
La actual situación intermedia representa una zona de riesgo. Si la inteligencia artificial continúa consolidándose como un motor de transformación en áreas como la producción, la relación con el cliente y la ciberseguridad, Francia corre el riesgo de quedar en una posición defensiva, obligada a seguir estándares establecidos en lugar de anticiparse a ellos.
Las prioridades para mitigar este retraso son evidentes: formación masiva en competencias digitales, apoyo a las pymes en sus inversiones tecnológicas y reducción de las disparidades sectoriales. Este reto no es solo técnico, sino principalmente una transformación cultural y organizativa que involucra a toda la economía francesa.












