Un reciente informe de la Deutsche Bank revela un notable aumento en las reservas de oro de las bancos centrales, un fenómeno que podría tener implicaciones significativas para el bitcoin. Este artículo explora las tendencias actuales y las proyecciones futuras del oro y el bitcoin como activos refugio.
Aumento histórico en las reservas de oro de las bancos centrales
Las entidades bancarias globales han incrementado sus tenencias de oro a un ritmo que no se había visto en décadas, según un nuevo estudio publicado por la Deutsche Bank. La proporción de oro en las reservas de los bancos centrales alcanzó un 24% durante el segundo trimestre de 2025, marcando su nivel más alto desde los años 90. Este incremento refleja una renovada confianza en el metal precioso, en medio de cambios en la dinámica monetaria mundial.
Demanda oficial impulsada por la diversificación
El informe destaca que la demanda oficial de oro ha duplicado su promedio entre 2011 y 2021, lo que pone de manifiesto los esfuerzos de las instituciones monetarias para diversificarse más allá de las monedas fiduciarias. Este fenómeno se considera un «cambio significativo en las finanzas mundiales», evocando tendencias observadas a lo largo del siglo XX, cuando el oro dominaba las reservas globales.
Bitcoin, un competidor moderno para el oro
Marion Laboure, estratega macroeconómica de la Deutsche Bank, ha señalado en un informe que existen paralelismos entre el oro y el bitcoin. Ambos activos han mostrado patrones similares de desempeño a largo plazo y comparten la reputación de ser altamente volátiles y ocasionalmente subestimados. Laboure remarcó que tanto el oro como el bitcoin tienen una baja correlación con activos financieros tradicionales, lo que los convierte en opciones atractivas para los inversionistas en busca de diversificación.
Retos para el bitcoin como activo de reserva
A pesar de su creciente interés, la volatilidad del bitcoin y su percepción como un activo de riesgo siguen siendo barreras importantes para su aceptación por parte de las entidades bancarias. Sin embargo, se ha observado que la volatilidad ha alcanzado niveles históricamente bajos, lo que podría facilitar su inclusión en los balances de las bancos centrales.
Perspectivas futuras: ¿oro y bitcoin en los balances de los bancos centrales para 2030?
Laboure pronostica que tanto el bitcoin como el oro podrían ocupar un lugar en las reservas de los bancos centrales para el año 2030. Esta predicción refleja una convergencia gradual entre las reservas de valor tradicionales y digitales, especialmente a medida que la adopción institucional del bitcoin se incrementa. No obstante, los bancos centrales deben superar la volatilidad y otras preocupaciones de riesgo antes de considerar al bitcoin como un activo sostenible en sus carteras.
