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Tiangong : el robot humanoide y de código abierto que viene desde China

El robot humanoide y de Código abierto que viene desde China

¡Compartir es cuidar!

En plena carrera global por dominar la robótica avanzada, China ha presentado un nuevo contendiente que no solo impresiona por su diseño y funcionalidad, sino también por su apuesta por la colaboración abierta. Se trata de Tiangong, un robot humanoide de tamaño real que no solo camina, corre y se adapta a terrenos irregulares, sino que además está disponible en código abierto. ¿Una revolución silenciosa en marcha?

Un humanoide eléctrico que corre y aprende

Desarrollado por el Beijing Humanoid Robot Innovation Center, Tiangong mide 1,63 metros, pesa 43 kilos y se mueve con sorprendente agilidad. Puede alcanzar los 6 km/h corriendo, subir escaleras, descender pendientes o caminar sobre grava y arena, manteniendo el equilibrio incluso después de una caída.

Su secreto está en el uso de actuadores eléctricos de última generación, integrados con sensores de visión 3D, percepción espacial y sensores de fuerza. Todo esto le permite moverse con precisión y naturalidad, adaptándose en tiempo real al entorno.

Accesible, versátil y pensado para crecer

Lo que distingue realmente a Tiangong es su vocación abierta. Desde abril, los planos, el software y los esquemas electrónicos están disponibles para desarrolladores, investigadores o empresas interesadas en personalizar o expandir su uso. Actualmente, el robot ya ha sido probado en centrales eléctricas, almacenes logísticos e incluso en tareas de patrullaje.

Existen dos versiones: Tiangong 1.0 LITE, más ligera y accesible, y Tiangong Pro, destinada a aplicaciones más exigentes. Ambas comparten el mismo núcleo tecnológico, y están diseñadas para facilitar el desarrollo de soluciones a medida en diferentes sectores.

La estrategia china: democratizar la robótica

¿Por qué liberar una tecnología tan puntera? Desde el centro de desarrollo explican que el objetivo es reducir los costes y acortar los tiempos de innovación. Compartir abiertamente los componentes y sistemas de Tiangong permite que universidades, startups o centros de investigación no tengan que partir desde cero.

La iniciativa se alinea con los planes más amplios del gobierno chino, que pretende producir robots humanoides en masa para 2025, y llegar a sistemas capaces de aprender, razonar y generar ideas de forma autónoma antes de 2027.

Un ecosistema que se mueve rápido

Tiangong no está solo. Empresas como UBtech Robotics y Unitree también están trabajando en robots que puedan interactuar con humanos de manera más fluida. Además, universidades de renombre como Pekín o Huazhong, en Wuhan, forman parte activa de esta carrera tecnológica.

La apuesta por el código abierto es vista como una palanca clave para estandarizar tecnologías y fomentar la colaboración entre actores públicos y privados. Al compartir avances, China espera liderar no solo la fabricación, sino también la arquitectura técnica que definirá a los robots del futuro.

Un modelo global en construcción

Con más documentación técnica programada para publicarse a lo largo del año, Tiangong se perfila como una plataforma de referencia internacional para el desarrollo robótico. No solo representa un salto tecnológico, sino también un cambio de paradigma: compartir, colaborar y crecer en comunidad, incluso cuando se trata de robots.

La revolución robótica ya no se oculta en laboratorios secretos. Está aquí, al alcance de cualquiera con una idea y conexión a internet.

¡Compartir es cuidar!

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